miércoles, 19 de marzo de 2014

EPIC FAIL.



Ante todo, dejar claro que esta es mi opinión y nada más que mi opinión, aunque pienso que muchos/as me entenderéis e incluso la compartís conmigo.



Hoy os quiero hablar sobre mi gran desagrado por las “pegatinitas de los zapatos”. Sí, esos stickers en la suela que poseen un par de estos recién comprado; ya sea del número del zapato, la alarma o la que te deja bien clarito que el zapato es de piel o material similar.

Chicos, Chicas; me atrevería a deciros que estos stickers… ¡DAÑAN LA VISTA!




Digamos que este despiste, si el zapato es plano, puede pasar más desapercibido; pero si hablamos de zapatos de tacón o taconazo el problema acaba siendo el destrozo total del que probablemente pueda ser uno de los mejores zapatos que has calzado en tu vida.

Las marcas tienen gran parte de la culpa ya que es un trabajazo enorme por su parte el pegar esta dichosa pegatina en la suela que sabemos tocará el suelo y así poder ayudar a la humanidad en no caer en este terrible error.





Y para marcas, la grande de las grandes españolas. Esa que a nivel empresarial lo hace todo tan admirablemente bien y que por ello no paran de ponérnosla de ejemplo en la facultad por sus increíbles y cuidadas estrategias, gestión, eficacia, ingresos,… ¡PERO QUE PONE LOS STICKERS NARANJA! ¡¡NARANJA!! (Vale, digamos que es una especie de rojizo, pero muy tirando a NARANJA!).
 Si hay un color que la mayor parte de la población odie o en su defecto; no le guste, a secas; ese es el naranja.
Querido Amancio, todos cometemos errores, pero están para ponerle solución y aprender de ellos.





Hasta entonces, nosotras, las afectadas (más que nada las de tacón) arreglemos esto y os doy un consejo, fácil y sencillo de llevar a cabo.
Todas al comprarnos un par de zapatos nuevos llegamos a casa y nos lo solemos volver a poner solo para volvernos a ver con ellos y enamorarnos aún más. ¡AHÍ! ¡Ese es el momento de quitar el sticker! Piensa que el día que los estrenes o bien llevas prisa o estás tan eufórica por estrenarlos que te olvidas del dichoso e incómodo detalle. Así que adelantaros a esto en el momento en el que el calzado llega a casa.

Al fin y al cabo, ¿no saldríais a la calle con la etiqueta colgando de la nueva chaqueta que acabáis de comprar y lleváis puesta, verdad? ;)







Eme.