viernes, 27 de diciembre de 2013

Dame unos Brians y conquistaré el mundo (Part. II)


Ya que el post anterior ocupaba mucho espacio, decidí compartirlo en dos.
Sigamos con la segunda parte de Brian Atwood.

 (Colección 2012)
 
2012

Este año pasará a ser de los más importantes en la historia del diseñador, puesto que es en 2012 cuando la firma abre primera tienda, residente en Nueva York. Con motivo de esta inauguración Brian Atwood lanza una campaña publicitaria en la que la angelical Candice deja sus alas para convertirse en una especie de demonio.


La campaña le causó a la firma más de un papeleo y revuelo en los estados americanos por su alto contenido sexual, aunque esto es otro tema a tratar y que cada ser tendremos nuestra humilde opinión sobre la censura de qué publicidad. 

Lejos de esto, la firma poco a poco se afianzaba más en el mercado y los modelos de Brian no dejaban a nadie indiferente.


 (Modelo Blanco)

 (Modelo Raffia heel Colorblock Dorsay)
Entre sus aclamados pares de zapatos de estas colecciones nació el que sería el siguiente básico de BA y el más aclamado para las que prefieren el tacón de vértigo (que el modelo Maniac no posee). 

 (Modelo Hamper)
El modelo Hamper, al igual que el Maniac, se encuentra reinventándose con el paso de las temporadas en materiales y texturas.

(Modelo Maniac 2012)

 
2013

El año que ya pasa ha consolidado al diseñador como uno de los grandes de su profesión posicionándolo a la gran altura del maestro Manolo Blahnik o Christian Louboutin.

 
(Modelo Paulina y Tribeca)
Sus zapatos siguen presentando el carácter atrevido y desenfadado con sus irreconocibles sandalias, plataformas y centímetros de tacón; y sus millones de materiales y colores a usar en sus diseños.

(Modelo Minerva y Floris)
Sus básicos siguen siendo de los platos fuertes de la firma, reinventándose y dando paso a nuevos básicos como el modelo Obsession, que pretende seguir la línea de sus antecesores.


(Modelo Obsession) 

 (Modelo Maniac)


(Modelo Hamper) 
Pero si hay un par de zapatos de Brian Atwood que me encante, que no consigo quitarme de la cabeza con todos sus colores; ese es el modelo Maia.




No sé si los tendré algún día a mi alcance o poseeré el dinero suficiente, pero juro que voy a intentar que ese día llegue y poder calzarme sus 16 centímetros de tacón (aunque sea por un ratito).



Sin duda, si hay algo de la moda que me fascina es el mundo del calzado, desde su diseño, confección, materiales,…
Si hay alguien que me tiene loca, enamorada y que idolatre por encima de todo (al menos hasta ahora) ese es Brian Atwood.
Gracias a su firma me he descubierto devorando día a día webs, revistas, e-shop y un sinfín de medios que hablaran de él y de su trabajo. Me he podido despertar y saber que amo este mundo. El HOMBRE ha conseguido que sea consciente de que debía buscarle un huequito y dedicarle un tiempo de mi día y restárselo a mi continua monotonía.
Y de que si luchas (Y CALZAS UNOS BRIANS), puedes conquistar el mundo. 

Si no, que se lo digan a Jennifer Lawrence y a sus Maniac =P




domingo, 1 de diciembre de 2013

Passion Fervour Love...



No sé como comenzar a escribir este post. No encuentro palabras para definirle. Para definirlo a él, a su GRAN trabajo; el trabajo que tanto admiro ¿o es a él a quién admiro por el trabajo que es capaz de realizar? 

Sin saber de a quién o qué me puedo estar refiriendo, sé que es obvia que sea quien fuere el idolatrado (y tampoco sé si es esa la mejor palabra); no sé si es admiración, amor, deseo o pura obsesión por el trabajo que realiza mi GRAN “IDOLATRADO” (dejémoslo así); pero lo que pueda escribir sobre él se que va a quedar muy pequeño para todo lo que desearía transmitir del lugar que ocupa este “hombre” (El HOMBRE, más bien) en mi vida. El por qué lo ocupa y el modo.

Sí, es un chico, aunque ya he dicho que es un hombre. Sí, es un HOMBRE. Uno de esos que te hacen perder la cabeza, que consiguen que día a día recuerdes de su existencia, que con sus manos es capaz de hacer que te sientas la mujer más segura y dichosa del lugar, un HOMBRE que no te comenzará a mirar por los ojos, ni por la sonrisa, ni por los senos, ni por el trasero (hombres ¬_¬), … si no por los pies. Sí, tus pies. Él hará de tus piernas maravillosas esculturas esbeltas contoneándose a un mismo ritmo, deslizándose por una alfombra infinita –porque es así como estoy segura te sentirás- donde solo hay cabida para ti. Largas piernas, larga alfombra, un largo placer de más de 10 cm,… y él. 
El HOMBRE junto a ti.
El HOMBRE a tus pies.



¿Os podéis hacer una idea quien es el susodicho?
¿O a qué se dedica?
¿Por qué le "deseo"?





“The Sex is in the Heel”

 Continuará… =P